Más de veinte años habían pasado desde la última vez que hablé con un viejo colega periodista. La semana pasada hablamos por skype durante más de una hora para ponernos al día y hablar sobre el estado espiritual de Europa. Andy Butcher, ahora un profesionista independiente con sede en Florida, trabajó en JUCUM Amsterdam en los años ochenta y principios de los noventa.
Hace un tiempo, Andy compartió en su blog algunos pensamientos sobre las reacciones de algunos cuando mencionó que trabajaba para JUCUM como periodista.
¿Periodismo? ¿Qué tiene que ver eso con la Gran Comisión–algunos se preguntaban– no debería estar traduciendo la Biblia, predicando o quizás cuidando de los pobres?
Andy: Esa fue la respuesta más amigable. A juzgar por la embarazosa reacción de algunos otros, pensarías que había dicho que trabajaba como estriper para Jesús. Parecían estar luchando en reconciliar una profesión que al parecer consideraban de poco valor–algo entre vendedor de carros usados (perdón, de autos seminuevos) o un abogado de seguros–pero con un noble llamado.
Para ser justos, hubo un tiempo en que tuve mis dudas, también. En el primer arrebato de fe, pensé por un momento que tal vez debería cambiar la sala de prensa por el púlpito, haciendo más preguntas en vez de dar respuestas; la pirámide invertida en vez de la cruz levantada. Pero me convencí de que el periodismo es una parte fundamental del llamado de Jesús “ir por todo el mundo”.
Mateo 28:19-20 y Marcos 16:15 cuentan cómo Jesús le dijo a sus amigos que quería que fueran a hacer discípulos; seguidores. Y eso es lo que la iglesia hace hasta hoy en día, usualmente un par de ocasiones a la semana, durante una hora o más cada vez.
Mientras tanto, los medios de comunicación hacen discípulos 24/7 ¿Cómo es eso?
Considere la historia en Números 13 acerca de los doce espías, o periodistas, como me gusta pensar que fueron los hombres enviados al inicio, delante del resto de los israelitas para examinar la Tierra Prometida. Después de todo, fueron primero y reportaron al pueblo sobre lo que estaba pasando, eso es periodismo en pocas palabras. Incluso las preguntas que les hizo el “jefe de sección”, Moisés, eran más o menos lo esencial del periodismo de primer nivel: ¿Quién?¿Qué?, ¿Por qué?¿Cuándo? y ¿Dónde?
Hay un fascinante y extendido paralelo o parábola, relacionado al periodismo en ese capítulo de Números. Pero nos adelantemos al final. Diez de los doce corresponsables trajeron un “mal informe” de su viaje (versículo 32). Y lo que más impactó fue que la gente tenía que decidir si seguir ese mal reporte, que llevaría a una nación y a una generación entera a perderse de los propósitos de Dios. En lugar de entrar al lugar que tenían reservado, estarían vagando por décadas. Muchos nunca experimentarían lo que Dios había prometido. ¡Así que hablen del poder de la prensa, eso es discipular en grande!
Cuatro mil años después, la gente sigue desviándose por malos reportes. Están siendo discipulados por toda clase de cosas–inmoralidad, política, economía, guerras, medio ambiente. ¿Hacia dónde apuntan estos reportes?
Ted Turner dice que cuando era niño pensaba en convertirse en un misionero (artículo en inglés), pero cambió de idea. Para mí, él no cambió, simplemente tomó un camino diferente en la forma de discipular a la gente–como fundador de CNN, el primer canal de noticias por cable. Fox News, The New York Times, The National Inquirer, The Huffington Post, nombra la fuente de noticias que prefieras (o que odies) todas hacen lo mismo…todas traen las mismas malas noticias que moldean las decisiones e influyen en la dirección de la gente.
“Es por eso que en mi opinión, los medios deberían ser de vital importancia y tema de oración para todos los cristianos, y la razón por la cual Cristo y el periodismo deben ir juntos.
¡Bien dicho, Andy! En estos días cuando tantos están siendo desviados por el temor, y verdades a medias son esparcidas por políticos populistas y periodismo sensacionalista en ambos lados del Atlántico, especialmente ahora en lo concerniente a los refugiados y migrantes, necesitamos buenos reportajes que nos animen a obedecer y seguir los mandamientos de Dios para mostrar compasión, misericordia, hospitalidad y aceptación.
Hasta la próxima semana,